En esta ocasión queremos traeros un artículo con los principales argumentos en contra del aborto. Volvemos a traer este tema a nuestro blog para complementar los anteriores artículos.
Los que promueven tesis abortistas suelen afirmar que los argumentos en contra del aborto se basan en posiciones exclusivamente religiosas, dogmáticas o anticientíficas. Nada hay más lejos de la realidad.
El aborto es un asesinato porque es terminar con la vida de otra persona. Y es un hecho (demostrado científica y filosóficamente) que el niño en gestación es realmente otra persona.
Por eso, acabar con su vida es matar a un ser humano inocente y el aborto es un acto tan deplorable como condenable. Veamos por qué:
Índice de contenidos
Argumentos en contra del aborto
Argumentos Científicos
El corazón del niño
La ciencia ha demostrado que el corazón del embrión comienza a latir a los 28 días desde la concepción. Evidentemente, se trata de un corazón diferente al de la madre y puede tener un ritmo cardíaco completamente diferente al de su progenitora.
Si el niño fuera parte del cuerpo de la madre, ¿por qué desarrollaría sus propios órganos con un funcionamiento independiente?
⇒ Los humanos solo tenemos 1 corazón por persona (1 corazón = 1 persona).
⇒ Una madre embarazada cuenta con 2 corazones en su interior.
Conclusión: Una madre embarazada tiene otra persona en su interior (y, por tanto, alguien a quien no puede asesinar impunemente).
El grupo sanguíneo
El niño en gestación puede tener un grupo sanguíneo diferente al de su madre. Este es un hecho que incluso puede llegar a provocar problemas en un embarazo, por incompatibilidades de los respectivos grupos sanguíneos.
Como una persona no puede tener dos grupos sanguíneos diferentes (cada persona pertenece a un grupo sanguíneo, no a 2 o 3), entonces el niño es una persona diferente a su madre. Y como tal, no puede ser asesinado por nadie.
La genética y el ADN
El argumento de la genética y el ADN es tan evidente y sencillo que no cabe lugar a dudas:
Si el niño en gestación tiene un ADN propio, significa que no pertenece al cuerpo de su madre, sino que es un individuo nuevo desde el principio.
El gran científico Jerome Lejeune, uno de los genetistas más importantes y reconocidos que ha habido, defendía con firmeza que la vida humana comenzaba exactamente en el momento de la concepción (algo que realmente se trata de un hecho científico demostrado).
Por eso, afirmaba que el aborto es un verdadero crimen y lo condenaba con firmeza (posición que le llegó a costar cara).
Los cromosomas
Por otro lado, hay que destacar que tanto el óvulo como el espermatozoide tienen cada uno 23 cromosomas. Y por lo tanto no se trata de personas sino simplemente de una parte de nuestro cuerpo (recordemos que los humanos tenemos 46 cromosomas, no 23).
En cambio, cuando se produce la concepción y se unen el óvilo y el espermatozoide, el nuevo ser que se forma tiene 46 cromosomas, exactamente los mismos que cualquier otro ser humano.
La membrana del óvulo
Finalmente, no podemos olvidar el estudio de la membrana de un óvulo. Dicha membrana cambia sus componentes justo en el momento de la concepción, para impedir el paso a otros espermatozoides.
La concepción se trata del momento en el que se produce un cambio radical en el óvulo, que deja de ser un óvulo para dar comienzo a un nuevo ser: un nuevo ser humano que comienza a desarrollarse.
«La vida misma empieza en el cambio del potencial de membrana. Cuando el espermatozoide se une con la célula del óvulo, en el instante de la fecundación, los canales iónicos son activados. El cambio resultante en el potencial de membrana previene el acceso a otras células de espermatozoides.» (Dr. Bert Sakmann, Premio Nobel en Medicina y Fisiología).
Argumentos Filosóficos
Parménides
El filósofo griego Parménides de Elea (del siglo V a.C.) escribió “Cuando hombre y mujer mezclan conjuntamente las simientes del amor […], estas cosas llegan a ser y son ahora, y luego, a partir de este momento, se desarrollan y al cabo llegan a su fin” (El poema de Parménides, fragmento 19).
Ya incluso Parménides, con unos conocimientos «científicos» (de lo que hoy llamamos ciencia) muy básicos, veía que la concepción era el inicio de la vida. Se trataba del momento a partir del cual a los seres humanos sólo les quedaba desarrollarse para llegar a su fin.
Hipócrates
También en el siglo V a.C., el médico y filósofo Hipócrates formuló el famoso «juramento hipocrático».
En este juramento se encuentra esta rotunda frase: «Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna.»
Esto era así porque se entendía que el aborto es realmente un «medicamento mortal», pues su fin era matar a un ser humano en el vientre de su madre.
Máxima clásica
Por otro lado, existe una máxima clásica muy clara: “el ser humano engendra seres humanos”. ¿Hay alguien que no acepte una sentencia tan evidente? Porque, ¿acaso el ser humano engendra seres no-humanos?
Por tanto, eso que engendran los seres humanos, el cigoto (célula que resulta tras la fecundación), es ya un ser humano desde el principio.
¿Cuáles son tus argumentos en contra del aborto? ¡Compártelos en los comentarios!
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