A lo largo y ancho del calendario civil hay eventos históricos anuales que se rememoran en fechas específicas. El que un día señalado se celebren fiestas anunciadas en la televisión, los periódicos, la radio, redes sociales etc. puede deberse a motivos históricos, religiosos, de identidad nacional o hitos científicos. Hay muchos ejemplos: El 4 de julio se rememora la independencia de los Estados Unidos. El 12 de octubre es la fiesta de Nuestra Señora del Pilar y la jornada de la hispanidad. El 15 de agosto la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María al Cielo. El 6 de enero es el día de los reyes magos en España. El 16 de julio de 2019 hicieron 50 años del lanzamiento del Apolo 11 y el primer viaje a la Luna.
Como la temática es muy heterogénea los factores actuales con trazas ideológicas también caben en el saco. En el presente hay un día para la memoria trans, para la liberación de la mujer, para luchar contra la homofobia etc. Pues también hay un día para el Orgullo Gay o LGTB: el 28 de junio.
En lo que se refiere al estudio del fenómeno del Festival del Orgullo Gay es necesario un análisis pausado y detallado. Ya se ha abordado la verdad en el primer artículo publicado el 15 de julio de 2019 sobre este hecho que cobra vida en cada calle y en cada mente humana durante todo junio y parte de julio anualmente.
Es momento de poner sobre el tapete un conjunto de preguntas que podrían haber sido formuladas con objetivos de distinta índole. Cualquier hombre o mujer se haría preguntas retóricas, aclaratorias, apologéticas… Sin embargo, en este texto se ansía lograr una meta. A raíz de desentrañar los entresijos de este chiringuito, con un soplo de la razón natural, que podría hacer quedar esta marcha como una patraña estrafalaria tan débil que se derrumbaría como un castillo de naipes, surgirán ciertas incoherencias de forma consecutiva.
En este segundo post se desarrollarán 5 de las muchas preguntas que hay acerca de la funcionalidad y actividad de esta asociación. Se plantearán con términos propios del argot del colectivo LGTB para familiarizar más con la realidad ligada indiscutiblemente a este grupo social modernista:
I. ¿RESPETO?
En muchas pancartas los manifestantes justifican su movilización aludiendo al argumento del «respeto». Frases como «no me juzgues», «el amor es amor», «tu homofobia no cabe en nuestras calles» «no soy un bicho raro» son los típicos logos que ya se usaban en los 70. Ciertamente esta tesis todavía está vigente en la sociedad del siglo XXI donde aun se dan casos (de una forma muchísimo más reducida) de abuso hacia personas no heterosexuales.
Es raro, salvo en células sociales poco vinculadas al día día, como los neo-nazis, o protestantes que afirman curar la científicamente incorrecta «enfermedad de la homosexualidad» etc. hallar personas que ataquen a un semejante por sus gustos no heterosexuales. Resulta difícil que alguien diga «odio a una persona porque es (está) gay«, y más en el público joven.
Sin embargo la violencia, acoso, descarte hacia personas con proyección hacia el mismo sexo sigue siendo una punción que hace brotar más que sangre. Aunque actos de esta índole, absolutamente irrespetuosos e inhumanos, están duramente penados en los países desarrollados con constituciones democráticas. En España el Código Penal no se anda con chiquitas en lo que se refiere a «delitos de odio» contra los colectivos y asociaciones LGTBI. Específicamente los artículos 510, 511 y 512 del Código Penal (añadidos en 1995) englobados en la sección que muestra como cabecera «Delitos contra la Constitución» y como sub-título especifica «De los delitos relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas» son garantes del respeto y defensa de todo individuo que afirme poseer tendencias afectivo-sexuales hacia los de su mismo sexo. Y la mínima insinuación que pueda ir en contra de este modo de pensar puede ser castigado con cárcel y multas.
Resulta chocante que en los sitios donde hay más casos de violencia contra personas que se encuentran en estados homosexuales los colectivos LGTB y feministas no tengan el monopolio institucional que poseen en los países con índices de este crimen tan insignificantes en cifras. Sin embargo todos los lobbies homosexualistas se centran en los lugares donde tienen la política a sus pies. En un mundo pluralizado es un hecho que existe un grupo minoritario de población que se diferencia por presentar tendencias afectivo-sexuales hacia individuos de su mismo sexo (mal llamado género).
En lo que se refiere al campo de la aceptación (que no indica aprobación) de la homosexualidad la visión social es radicalmente diferente a los tiempos de las primeras marchas gays. A diferencia del siglo XX, la homosexualidad (y otras tendencias no heterosexuales) está reconocida (aunque no lo sea) como algo bueno, sano y normalizado. Desde luego, con la implicación mediática presente, la homosexualidad y las personas que la practican no están invisibilizadas.
Como conclusión a esta primera pregunta: Los colectivos de gays, lesbianas, transexuales… NO necesitan reivindicación para pedir respeto cuando la ley los favorece, los hace visibles en la política y obtienen por ello manga ancha de acción libre, contante y sonante sobre sus posicionamientos.
II.¿IGUALDAD?
Los manifestantes del Orgullo vociferan esta palabra: Igualdad. Sigue el mismo camino que la demanda de respeto. Cuando en este contexto hablan de igualdad se refieren a la igualdad de oportunidades para hacer lo que quieran con su vida (porque afirman que no la poseen por estar homosexuales y que la sociedad los margina). Matizan que quieren igualdad de trato y derechos poniendo como meta la no marginación.
La igualdad de trato derechos la poseen por ser seres humanos, según afirma categóricamente el artículo 14 de la constitución española. Así cita dicho artículo: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
La constitución española es garante de que todo español sea igual en derechos y deberes, obviando diferencias de ideales, gustos y tendencias sexuales.
Desde luego que este artículo a veces no se cumple, por ello también existen dentro del mismo 7 medidas que se hacen garantes de que se cumpla: 1. Procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad (art. 53.2 de la Constitución Española). 2. Recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para la protección del derecho de igualdad ante la Ley. 3. Recurso de inconstitucionalidad contra las Leyes y disposiciones normativas con fuerza de ley que vulneren el derecho de igualdad ante la Ley. 4. El Defensor del Pueblo se encuentra designado, en virtud de lo establecido en el artículo 54 de la Constitución Española, como alto comisionado de las Cortes Generales para la defensa de los derechos. 5. Sólo por ley, que en todo caso deberá respetar el contenido esencial del derecho de igualdad ante la Ley. 6. Se prohíbe la adopción de Decretos-Leyes que afecten al derecho de igualdad ante la Ley. 7. Vinculación directamente a las Administraciones Públicas (sin necesidad de mediación del legislador ordinario ni de desarrollo normativo alguno)
TOMADO DEL ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.
Ahora bien, cuando los colectivos que desfilan con esperpénticos y muy poco pudorosos disfraces ordenando igualdad ellos mismo llamando la atención y mostrando un estilo de vida que la mayoría de la ciudadanía no comparte ni elige (aunque no por ello quieran desacreditarlo) se señalan como desiguales.
Una diferencia tiene un toque de fijación y realce de atención por sí misma: Entre una simétrica fila de 10 lápices uno es negro y 9 son blancos. Si encima el negro se sale de la fila de blancos se hará notar más todavía de lo que por ser negro destaca.
La conclusión a esta segunda pregunta es: NO necesitan los colectivos LGTBIQ+ manifestarse en el Festival del Orgullo para pedir igualdad cuando ya la tienen en la constitución española. Y para la permanencia de esa igualdad hay mecanismos tanto institucionales como humanos que la garantizan.
Hay un apéndice a esta pregunta que es digno de mención: PIDEN IGUALDAD. ¿LA DESEAN DE VERDAD?
Si los colectivos LGTBIQ+ deseasen la igualdad, o sea, la normalidad, no llevarían a cabo proyectos escandalosos y llamativos como la Marcha del Orgullo Gay. Una persona que se ve igual a otra no precisa señalarse. Sin embargo, si hace bombo de una característica para que se la vean, se la acepten y se la valoren (que es uno de los fines del Festival del Orgullo) ¿mantiene la normalidad o se hace a propósito diferente?
Y ya no solo será demostrar a conciencia su desigualdad sino que, por medio de la imposición ideológica que llevan a cabo en la política, la escuela y otros ámbitos de la sociedad, se harán más y más visibles: o sea, más y más desiguales.
Esta es otra de las muchas incoherencias del Festival del Orgullo Gay. ¿Igualdad? NO: SUPERIORIDAD.
III. ¿LIBERTAD?
Hay estados en el mundo que no permiten los actos sexuales antinaturales (entre personas del mismo sexo), sobre todo los influidos por la religión islámica que condena la práctica de la homosexualidad. Ejemplos son:
SUDÁN, SOMALIA, KENIA, BURUNDI, TANZANIA, MALAWI, ZAMBIA, ARABIA SAUDÍ, YEMEN, IRÁN, PAKISTÁN y AFGANISTÁN.
No obstante en los países donde las relaciones y gustos no heterosexuales no son ni delito ni causa de escándalo público y gozan de una defensa y libertad plenas se llevan a cabo numerosos desfiles, manifestaciones y mítines por la libertad sexual. La manifestación hegemónica que reclama «libertad» es, por supuesto, la Marcha del Orgullo LGTBI+.
La libertad de una persona a mantener una relación sexual con otra de su mismo sexo (salvo que sea menor de edad) se halla en el artículo 14 de la constitución española. a) La libertad de que una persona diga que está homosexual es plena. b) La libertad para que esa persona exprese sus sentimientos de atracción sexual en plena calle (morreos, tocamientos…) es completa. En lo que se refiere a «libertad sexual» tanto en España y en países del primer mundo no hay tapujos legales para prohibirla o condenarla.
Luego ¿POR QUÉ PIDEN EN LA MARCHA DEL ORGULLO GAY LIBERTAD LOS COLECTIVOS QUE SE MANIFIESTAN?
Tal vez esta pregunta y esta demanda de los lobbies homosexualistas y feministas no vayan dirigidas a la petición de libertad, sino a la «libertad de expresión».
La libertad como tal es un derecho que puede ejercer el ser humano en zonas donde ese derecho está reconocido. Hay países donde la libertad está muy constreñida a causa de regímenes totalitarios como Corea del Norte. Sin embargo, cuando se habla del derecho a ser libre, alguno se preguntará: ¿Cómo se ejerce ese derecho? Con el pensamiento, la palabra y el acto.
Los pensamientos no se descubren si no es por las palabras y/o las obras. Cada persona puede forjarse un ideal más o menos subjetivo con respeto a la verdad por medio de las experiencias y saberes rotativos de la vida. Y entre todos los ideales que subsisten en el siglo XXI, tanto tradicionales como modernos, una persona puede elegir el que más le llene, ahí se halla la libertad de pensamiento. Después, cuando una persona quiere mostrar sus pensamientos necesita o palabras, o actos, o palabras y actos. Ese hombre o mujer habla de lo que quiere con quien desea, cuando y donde le apetece: Ahí está la libertad de palabra. Y lo mismo pasa con el acto.
Un pragmático caso podría ser: El chaval que se declara a su novia. Puede, con libertad, decirle «te amo» y/o darle un beso.
La libertad de pensamiento, palabra y acto afecta a todos, para bien y para mal. Puede darse la tesitura de que en el caso anterior la novia no sienta lo mismo que su novio, tal vez hasta pensó que debían concluir la relación. Ante una discordancia de ideales y sentimientos el mozo deberá aceptar la decisión de la compañera y respetarla. Aquí se observa la auténtica «libertad de expresión»: Tolerancia ante ideas que uno no comparte ni acepta pero que respeta. Y no trata de imponerse, afirmando que solo su parte tiene la razón. Y deja a la persona tranquila.
Pero, cuando la libertad de expresión no se acepta aparecen los problemas que dañan la libertad y dignidad humana. En el mismo ejemplo: El joven se niega a aceptar el parecer de la novia, la fuerza y después la viola, cometiendo una extorsión y un crimen que ha de ser penado.
Lo mismo sucede con las manifestaciones del Orgullo: La mayoría de la población no comparte los estilos de vida de los lobbies LGTB, pero acepta que cada uno haga con su cuerpo lo que vea mientras los dejen tranquilos y no ocasionen escándalos. A pesar de todo el colectivo LGTB y feminista sigue insistiendo en su ideal objetivamente anti-científico.
- Muchos padres ruegan que sus hijos no reciban «charlas de género» y las instituciones no los escuchan.
- Muchos trabajadores tienen que modificar sus rutas para ir y volver del trabajo porque por donde siempre van las carrozas de gente formando barullo les bloquean el paso.
- Muchos ancianos no pueden descansar por la noche en su residencia porque tienen en su calle el botellón ocasionado por un grupo de personas militantes del lobby LGTB que gritan y ponen música.
DE ESTE APARTADO SE SACAN DOS CONCLUSIONES: 1. LAS PERSONAS NO HETEROSEXUALES POSEEN LIBERTAD CONSTITUCIONAL PARA VIVIR SU SEXUALIDAD COMO QUIERAN Y ESTÁN AMPARADOS POR LA CONSTITUCIÓN. ¿Para qué pedir algo que no tienen? 2. EL FESTIVAL DEL ORGULLO GAY ES UN ATENTADO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN PARA QUIEN OPINA DISTINTO. ERGO, NO PIDE LIBERTAD SINO IMPOSICIÓN. ¿Piden de verdad libertad?
IV. ¿MINORÍA OPRIMIDA Y POCO VISIBILIZADA?
La Marcha del Orgullo Gay está, según testimonios de defensores de este evento, para visibilizar más la existencia del colectivo LGTB y su reivindicación. Sin embargo este objetivo está más que logrado en un mundo globalizado donde las noticias y chismes vuelan.
Para corroborar esta afirmación, Familia y Verdad realizó un estudio estadístico entre 4 grupos de 20 personas cada uno diferenciadas por su edad. A estos 4 grupos se les hicieron dos peguntas: a) ¿Conoces o sabes qué es el colectivo LGTB? b) ¿Sabes qué piden?
- El primer grupo era de niños de entre 3 y 10 años: De ellos solo 2 afirmaron no saber qué era el colectivo LGTB. Después solo 4 no sabían qué reivindicaban, solo tenían 4 años los 4.
- El segundo grupo era de niños, adolescentes y jóvenes entre 11 y 25 años. Todos supieron responder a las dos preguntas.
- El tercer grupo era de adultos entre 25 y 60 años: Solo una única persona (que confesó no tener medios de comunicación de ningún tipo) no supo responder ni a una ni otra de las preguntas.
- El cuarto grupo era de ancianos de 60 años en adelante: 6 no supieron responder a las dos preguntas (y las 6 tenían más de 95 años y todas eran mujeres).
De un espectro tan variopinto de 80 personas de diversas partes del mundo (5 eran asiáticas, 4 africanas, 5 americanas, 1 de Oceanía y 65 europeas) con diversas edades y creencias 11 no sabían ni qué era ni qué hacía el colectivo LGTB.
Hay 4 causas claves por las que el colectivo LGTB está visibilizado: 1. La manipulación mediática. 2. La intromisión política y económica. 3. La propaganda del colectivo: Numerosa e impactante. 4. Visión favorable de la población mundial: trending topic.
Una vez hundida otra más de las justificaciones de por qué ha de celebrarse el Festival aludiendo a que «no se ven bien por la sociedad machista y patriarcal» los abanderados de las teorías de género vuelven a otro chapucero argumento: La opresión.
A lo largo de la historia las personas que han manifestado su deseo de llevar un estilo de vida sexual desordenado no han sido ni respetados ni comprendidos por tal elección. Los lobbies de feministas y homosexuales lo recuerdan continuamente. Casos de discriminación y violencia a personas que llevaban un estilo de vida gay público hay a porrillo. Hasta no tanto tiempo la homosexualidad era tomada por una enfermedad (tesis muy avalada por sectores cristiano-protestantes) que se curaba con terapias de electro-shock y mangueras que disparaban agua helada a presión. En casos a los «amanerados» se les aplicaban penas como la castración sistemática, el uso de herramientas para la penetración y destrucción anal, el sometimiento a la esclavitud, cárcel, la muerte… hasta la lapidación. Por desgracia y para mayor vergüenza hay países que aun condenan con penas materiales las prácticas sexuales entre individuos del mismo sexo.
Gracias a la ciencia y a la psicología que han demostrado con certeza y objetividad que la homosexualidad no es una enfermedad sino una inmadurez, ya la imagen de las personas que tomaban esta vía afectiva-sexual ha sido blanqueada y purificada.
De facto, ahora toda tendencia, por contraria a la ley natural que sea, como la transexualidad, la pedofilia, etc. Ya ni siquiera la sociedad las califica de «inmadureces» sino de opciones buenas que hacen feliz a quien practique ese estilo de relaciones sexuales.
Esta idea que comparte la gran mayoría de la población refleja una vez más la imagen de respeto, aceptación y promoción de todos aquellos que componen el colectivo LGTB.
Salvo en lugares puntuales (casi siempre ocultos) donde se fomentan ideales y actos de odio y discriminación sistemática hacia la minoría no heterosexual, los ambientes públicos gozan de libertad de identidad sexual. Todos estos grupos cometen delitos contra la constitución española, por eso son juzgados y condenados. Un claro ejemplo es el caso «pilla – pilla» en el que un grupo de neo-nazis abusaban de personas que se encontraban en estados homosexuales, las ridiculizaban e invadían su intimidad.
La justicia española castiga muy severamente los llamados «delitos de odio», es por ello que los posibles opresores existentes se deben replantear lo que vayan a hacer si no quieren ir a la cárcel.
ESTE APARTADO DEJA OTRAS DOS LAPIDARIAS SENTENCIAS: 1. EL COLECTIVO LGTB NO ESTÁ INVISIBILIZADO SINO PROMOCIONADO. ¿Por qué dicen entonces que son una minoría oculta? La realidad no dice eso. 2. LOS ACTOS DE ODIO A LAS PERSONAS NO HETEROSEXUALES HAN DESCENDIDO CUANTIOSAMENTE. HAY LEYES INCISIVAS DE PROTECCIÓN A ESTE GRUPO. LA IMAGEN DE TOLERANCIA Y ACEPTACIÓN ES MODÉLICA. ¿Por qué se dicen oprimidos? Tal vez lo digan porque hay gente que no comulga con su estilo de vida, en este caso se retorna a la demanda 3 ya aclarada. Otro argumento que cae por sí solo.
V. ¿AMOR?
Sin lugar a dudas este artículo se cierra con la fácil pero muy profunda revancha al último de los 5 grandes argumentos que ansían justificar el Festival del Orgullo Gay: El Amor.
Los promotores económicos (empresas cuyos logos y escaparates portan los colores del arcoíris), sociales (educadores, sindicalistas etc.) y políticos (concejales, diputados, senadores, alcaldes etc.) de la Marcha del Orgullo Gay se basan en el “respeto a la diversidad” usan siempre la palabra AMOR.
La marcha es por amor. El sexo en la calle es por amor. Todo lo que represente como te sientes y te permita hacer lo que te gusta es amor. El amor envuelve el ambiente de sudores, tocamientos, alcohol, preservativos, droga, suciedad… Tantos logos como “stop homofobia”, “el amor es amor” “orgullo lgtb” a frases más largas donde entran otros elementos tienen como fundamento el AMOR.
Sin embargo hay un matiz muy importante en este argumento: La subjetividad. El amor es un sentimiento, una emoción que genera atracción, placer en la persona. Y ese sentir es único y diferente para cada ser humano. Hay cosas que a uno le gustan y a otro no. Algunos ejemplos podrían ser:
- Mantener relaciones sexuales con la mascota: A quien le guste hacerlo lo pondrá como bueno. Sin embargo, al que no le guste esa relación científicamente contra natura no podrá ver nada positivo en ella.
- Mantener relaciones sexuales con su progenitora: Para el hijo será la panacea, para los psicólogos será un problema mental catalogado como «complejo de Edipo«.
- Eyacular sobre un árbol y «casarse» con él: para el chaval «enamorado» será una relación de felicidad… para los médicos será un trastorno psicótico.
Hay una conclusión clara a este respecto en torno al argumento del amor para justificar el Festival del Orgullo Gay: – El amor no es igual en todos, por lo tanto no puede ponerse como principio de justificación para todos porque, a diferencia del respeto, la libertad, la tolerancia… no es equilibrado para todas las mentes.
Pero esto no es todo lo que hay que decir para hundir el argumento del amor en las marchas LGTB. Este argumento es tan blando que se deshace aplicando el mismo sentido del amor…
El lobby gay dice: «Ama a quien quieras sin estereotipos y sin barreras de ninguna clase y déjanos amar a quien queramos». Ahora se interroga al lector: ¿el amor no implica respeto? Pues a ver cómo aplican los abanderados de la marcha de la «vergüenza guay» el concepto del amor en sus campañas.
Una muestra de mensajes de este tipo dejará la cuestión cristalina: “Alah is gay” “Dios es una negra bi trans” “Curas violadores dejarnos en paz” “Nos beberemos la sangre de vuestros abortos” “Visto como me sale del coño” “Mi cuerpo mis reglas”
Palabras y obras de este calibre no parecen signos de respeto para, por ejemplo, un cristiano o una mujer que ha tenido un aborto o un niño que no sabe nada de temas de la sexualidad humana.
El refrán “uno muestra de lo que carece” refleja bien el resultado de todas las actividades de este evento promocional. Piden el derecho de amar y lo boicotean.
NO HAY ARGUMENTO SÓLIDO QUE PUEDA PERMANECER INTOCABLE PARA JUSTIFICAR EL FESTIVAL DEL ORGULLO GAY.
POR ELLO ¿ES ÚTIL? ¿ES NECESARIO?
CONTINUARÁ…