Para comprender qué es lo políticamente correcto decía el escritor Gilbert Keith Chesterton una lapidaria frase:
Esta frase cuasi apocalíptica introduce una pregunta: ¿Es necesario defender lo obvio? O sea ¿la verdad? Pues… Parece que sí, y más en el siglo XXI, llamado el siglo de la «libertad de expresión». El siglo de los derechos humanos, de la mujer y de la diversidad multi-cultural ¿es realmente así?
Vamos a comprobarlo a través de este artículo…
¿Cómo hemos llegado a ser políticamente incorrectos? La Historia:
Vivimos en una sociedad donde la globalización hace que las ideas lleguen a todos casi instantáneamente. Hay infinidad de medios para que uno se haga oír. Redes sociales, mítines, textos, vídeos… La información, ya sea veraz o subjetiva, entrará en la jornada del individuo en poco tiempo y con un seguimiento que casi asemeja a espionaje.
Como las ideas se internacionalizan vertiginosamente habrá algunas que por el contenido que conserven serán muy llamativas. Para este fin numerosas asociaciones e industrias periodísticas e ideológicas tienen una red para retocar las noticias y conceptos de modo que sean apetitosas para consumirlas.
Ante este pluralismo informativo todos pueden formarse opiniones, investigar sobre ellas (porque el saber está más accesible) y buscar la verdad. Y cuando uno tiene argumentos sólidos, consolidados en la experiencia y la sabiduría más que demostrada que no puede ser refutada puede transmitir esa verdad. Pero este camino es arduo, otros optan por crearse, sin bases lógicas, fiables y científicas, universos paralelos inventados. Un muy claro y actual ejemplo es la propagación del Covid-19 en España. Con el respaldo del marketing mediático pueden hacer que su opinión se asemeje a la verdad. Esto que se proclama es políticamente correcto.
Lo más curioso es que estos universos paralelos, sin retoques dulzones de los medios de comunicación y difusión, cuando cualquiera les hinca el diente, se dan cuenta de que no valen más que como una opinión. Nada más que eso, no es universal, no es científicamente demostrable. Y ante esta tesitura lo primero que hace la persona es preguntarse por qué esto es así. Si lo políticamente correcto no te gusta ¡tienes un problema!
Un ejemplo: Pedro Sánchez, actual presidente del gobierno de España, se convirtió en ello el 7 de enero de 2020. No haría falta más que ver el BOE y los vídeos donde consigue los votos para ser presidente…
Pero imaginemos que un individuo de renombre periodístico dice que no. Según él, Pedro Sánchez fue presidente (así lo dice la versión oficial) el 10 de noviembre de 2019, cuando las elecciones le dieron la victoria como fuerza más votada (pero no suficiente para formar gobierno). Este caballero, con herramientas manipuladoras de las masas, hace creer a muchos que su opinión es la verdad. Tras unas horas ya habrá dos tipos de seres humanos: los que crean la versión oficial y los que crean a este señor.
Como la información vuela, los bulos se triplican y la manipulación es incalculable ¿qué acaba pasando?
NO SE SABE CUANDO UN TEMA ES CIERTO Y CUANDO ES FALSO.
CONCLUSIÓN: La verdad está delante y muchos no la ven porque prefieren opiniones que les gustan más… Ahora cobra sentido la frase de Chesterton: Se va a tener que hacer algo para demostrar la verdad ante las coladuras de falsedad que penetran las mentes.
Y ahora viene la gran tempestad: ¿Qué pasa si decimos, con argumentos sólidos, que la opinión no es la verdad?
Como la verdad no gusta a muchos la perseguirán, la tacharán de «mentira». Y poco a poco, por intereses de toda índole, la mentira se convertirá en «verdad política». Y quien se muestre en contra será POLÍTICAMENTE INCORRECTO. ¿Por qué? Pues… porque solo las ideas que apoyan la mayoría de seres humanos, concretamente los que controlan el poder estatal, son válidas, o sea, «correctas».
Cuando un ser humano reniega del refrito anti-científico que le imponen es el punto de mira de los jerarcas y suportes de las ideas políticamente correctas. Y hay un conjunto de temas que son la espina dorsal del debate presente, estos términos son los que más se han manipulado y endulzado para ponerlos como verdad.
Este artículo tiene por título «Lo políticamente correcto y sus consecuencias«. Ya se ha explicado cómo una persona se convierte en políticamente incorrecta. Falta mencionar las consecuencias y ¿qué mejor forma que con ejemplos reales del día a día?
A continuación se muestran 3 temas políticamente incorrectos donde hay protagonistas propios. Las historias de estos personajes con los conceptos mencionados aclararán qué les pasa a los que no siguen a la mayoría de individuos que han usado su poder para decir que lo negro ahora es verde pistacho y que lo verde pistacho es negro.
A) EL ABORTO
En una civilización inclusiva, moderna, donde se han puesto los derechos humanos como estandarte de orgullo ¿dónde quedan los millones de niños asesinados? Pero claro, el aborto, según la verdad oficial no es un asesinato, es, solamente, la «interrupción voluntaria del embarazo».
Si reflexionas sobre el tema te acabas dando cuenta de que un crimen de lesa humanidad se ha convertido en un derecho para la mujer para no hacerse responsable de la consecuencia lógica de una relación sexual.
Y los datos ocultos propios de la manipulación mediática reflejan que defender el aborto va contra la verdad científica y la razón natural. Algunos datos curiosos aun no tragados por el mundo políticamente incorrectos son:
- Un aborto puede ir desde menos de 500 hasta más de 1.000€ en función del desarrollo fetal y la peligrosidad del parto ( no hay aborto seguro). NEGOCIO, NO DERECHO.
- Las partes del feto se venden (no siempre), como es el caso de la internacional abortista Planned Parenthood. Lo más codiciado y costoso es el cerebro. Tienen cuidado de no desmembrar demasiado el feto para que no pierda valor. Hay partes de un niño que valen hasta 6.000 dólares. Dicen que en parte se usan para cremas antiedad, etc. TRÁFICO DE PERSONAS, NO DERECHO.
- Hay aborto por pastilla, por cremación… TORTURA, NO DERECHO.
Sobre las cifras del aborto de 2015 (más de 98.000), tan solo 20 fueron por violación. Y había miles de mujeres cuyo aborto era el 6º o más.
SER PRO-VIDA, O SEA, SER DEFENSOR DEL DERECHO A LA VIDA DE TODO SER HUMANO ES SER POLÍTICAMENTE INCORRECTO.
B) EL FEMINISMO
La verdad oficial sobre el feminismo es que defiende a la mujer y la empodera para hacerla igual al hombre. Pero sin embargo la realidad dista totalmente de la «verdad asumida políticamente correcta».
- ¿Es la ley integral contra la violencia de género equitativa? Veamos el siguiente caso:
- ¿Qué es el hombre para una feminista? Alicia Rubio nos lo cuenta:
¿Igualdad? ¿Y las cuotas de género? La mujer, por ser mujer, merece dinero. Esta es la igualdad que el feminismo promueve.
¿Igualdad? «El violador eres tú» refleja el deseo de convivencia e igualdad legal respetuosa que quieren las feministas. Aunque la mujer sea culpable de la muerte de otra: la culpa es del hombre.
Pues bien, no ser feminista hoy día es signo de machismo, o dicho de otra forma, opuesto a la mujer. Si dices que el feminismo es una ideología totalitaria, anti-científica y anti-democrática eres un facha. Aceptar el feminismo es ser políticamente correcto. Te espera el insulto y el escrache si no dices que el feminismo desea la igualdad.
EL FEMINISMO ES UNA IDEOLOGÍA ANTI-CIENTÍFICA TOTALITARIA QUE ABOGA A TRAVÉS DE LA LUCHA DE SEXOS LA DESTRUCCIÓN DEL HOMBRE POR SER CONSIDERADO COMO UNA MÁQUINA DE OPRESIÓN HISTÓRICA.
Jorge D’anastasi.
C) LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Políticamente correcto es decir que el ser humano tiene su sexo biológico con el que nace (varón o hembra) y su género con el que se identifica o auto-percibe (que puede o no coincidir con el sexo biológico). Este dualismo es el que promueve la ideología de género.
Sin embargo si se analiza la palabra género ¿qué resultados se obtienen? Que es una clasificación taxonómica biológica que diferencia por sus diferencias y similitudes a los seres vivos. Y el género es una clasificación más genérica (valga la redundancia) que engloba a los sexos. Un ejemplo claro: Género humano.
El término género según la ideología de género constituye un signo de identidad subjetivo e interior sin base científica. Yo puedo definirme como quiera sin barreras racionales y reales, como el sexo biológico. Es un concepto tan abierto como la misma imaginación humana. La ONU ha declarado que hay más de 100 géneros existentes. Sin embargo ¿cuáles son los datos científicos sobre la existencia real del género tal y cómo lo llama la ideología de género? NINGUNO.
SI DICES QUE EL GÉNERO ES UN INVENTO DE LA MENTE HUMANA NO ERES POLÍTICAMENTE CORRECTO.
SI DICES QUE EL GÉNERO ES HUMANO Y NO FEMENINO/ MASCULINO… NO ERES POLÍTICAMENTE CORRECTO Y TE CAERÁ LA ETIQUETA DE HOMÓFOBO.
LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO ES UN CONJUNTO DE IDEAS ANTI-CIENTÍFICAS QUE CON PROPÓSITOS POLÍTICOS AUTORITARIOS DESARRAIGAN LA SEXUALIDAD HUMANA DE SU NATURALEZA Y LA EXPLICAN MONOPÓLICAMENTE POR LA CULTURA.
Agustín Laje
CONCLUSIÓN:
DECIR LA VERDAD ACORDE A LA RAZÓN NATURAL SE HA CONVERTIDO EN POLÍTICAMENTE INCORRECTO.
Pero no obstante, no plegarse ante ideas que van contra la verdad, por muy bien que te las vendan y parezcan bonitas, hoy día se ha convertido en la causa más común del martirio social.
Y tu ¿quieres arrodillarte a la mentira o prefieres correr en busca de la verdad que nos hace libres?